UN GRAN REGALO DE REYES
Muchas personas en su carta de Reyes prefieren pedir cosas materiales,
no es mi caso, yo cada año dejo un espacio en mi carta para pedir unas
horas para pasar con mi sobrino Pere, y como parece que no soy tan malo,
este año me lo han concedido el primer día después de los regalos.
Hemos pasado una mañana de ruta muy agradable, cerquita, no teníamos
mucho tiempo, y me pareció interesante enseñarle el observatorio de
aviones que hay detrás de la Ermita de
Betlem, es un lugar fantástico, y los dos hemos disfrutado de la subida
hasta ella, solitaria y plena de naturaleza, hemos parado en la fuente
para beber un agua fría y cristalina y nos hemos pegado una pequeña
caminata hasta el observatorio, caminata que vale la pena, y mas si te
gusta soñar y imaginar situaciones pasadas, como las que debieron tener
los soldados en ese lugar identificando los aviones que pasaban,
simplemente comparándolos con unos dibujos que hay pintados en las
paredes en el interior de la caseta.
Bajamos de nuevo, parando en
algunos tramos para sacar fotografías para recordar el momento, las
vistas aéreas son impresionantes, y para casa que hoy nos toca comida de
Reyes, y tanto Pere como yo, comilones por antonomasia, llevábamos un
buen rato pensando en el Arroz de pescado, el lomo con col, y el roscón
de Reyes que nos toca cada año.
Gracias Pere por estos buenos momento, seguro que los Reyes nos abran organizado algunos ratos mas para este año.
Rafa Molta Moto.
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