Hace muchos años mi padre me llevo por primera vez a este lugar, me pareció muy grande y un local frio, sin calor en el ambiente, me sentí raro, y yo pensaba a que me abra traído aquí mi padre, mi hermano debía pensar lo mismo ya que tampoco emitía ninguna palabra y tenia la misma mirada de disgusto , en unos minutos todo cambio, el local se ilumino, y los dos nos sentíamos los niños mas felices y contentos de Palma, simplemente nos habíamos tomado ya media taza de ese magnifico chocolate y acabado con casi toda la ensaimada que nos habían servido, y parte del pastel de cuarto que había pedido mi padre para el..
Can Joan de s'Aigo fue fundado en el año 1700 siendo uno de los locales más antiguos de la ciudad. Aunque tienen dos heladerías-chocolaterías, la del casco antiguo, en la calle Sans, es la más original por su magnífico enclave, el primer local y en el que yo tuve mi primera experiencia estaba situado en la calle Carnisseria, justo enfrente del precioso horno de Pan de Can Fiol, del cual tambien paso algunas fotos,no dudes en pararte al salir de Can Joan y comprar algún pan o cremadillo Te encuentras a escasos metros de la plaza Santa Eulalia y el laberíntico recorrido que nos conduce hasta su entrada nos transporta a otra época. También su decoración interior, elegante, muy tradicional y sobria. Aquí podremos degustar como antes hemos comentado su chocolate con o sin nata, sus ensaimadas, sus cuartos, también una extensa variedad de helados, todos ellos también artesanos, como el de cava, frambuesa, melocotón, almendra... Los amantes del salado encontraran multitud de repostería que probar, pero si hay alguna a destacar sin lugar a dudas serian sus cocas de verdura de tamaño individual.
En navidad siempre me siento nostálgico, y hecho de menos a los seres queridos que ya no están, así que decidí coger la moto a pesar de la helada de la mañana y iniciar mi ruta, combinaría el disfrutar de lo que mas me gusta, rodar por las pequeñas carreteras de la isla, y intentar rememorar aquellos magníficos momentos vividos con mi padre en ese emblemático lugar, ademas son unas fechas idóneas para disfrutar de un buen chocolate, y que mejor que este. Tarde muchísimo en llegar,siempre me enredo, intentando encontrar nuevos lugares por los que nunca pase, la isla es pequeña piensan los que no son de aquí, pero los Mallorquines sabemos que siempre tiene algún rincón nuevo para sorprendernos, mi intención era tomármelo en el viejo local de la Calle de Can Sanc, y como gran despistado me costo un rato de callejeo el llegar hasta ella, pero al llegar me di cuenta que hay cosas que no cambian, que siguen con la misma esencia a pesar de los años, pude tomarme ese chocolate como si mi padre siguiera a mi lado , mi hermano chinchandome, como casi todos los hermanos cuando son pequeños, y deje volar mi mente y soñé de nuevo al degustar ese liquido negruzco y espeso que tanto me gusta. No dejes de disfrutar de este lugar por mucho mas tiempo, pon tu moto en marcha, solo o acompañado y tienes la excusa perfecta para pasar una tarde o una mañana perfecta.
Rafa Molta Moto.
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