Hace unos meses en nuestro pueblo Son Servera,
se descubrieron unos yacimientos arqueológicos, que según parece son
restos de una villa tardorromana anterior al siglo V de C. que por su
estado de conservación constituiría un patrimonio histórico excepcional,
esto me motivo para que este domingo emprendiese mi ruta en busca de
vestigios Romanos en mi preciosa Isla. Mi primera parada fue en
Pollentia.
En el 123 a.C. Qvintus Caecilivs Metellvs, Cónsul y
General Romano, fue el encargado de limpiar el archipiélago de piratería
que abundaba por sus costas. Una vez conquistada la isla, entró por la
bahía de Alcúdia, al este de la famosa ciudad de Bocchorum.
Fundó la
ciudad de Polléntia (“La Poderosa” o la ciudad del “Poder”) a orillas
de la bahía que hoy conocemos como la Bahía de Alcúdia y la empezó a
poblar con 3.000 colonos venidos principalmente de la península. Mandó
construir una bella ciudad con su foro en la que se encontró edificios
para funciones jurídicas, administrativas, comerciales y religiosas. .
Introdujo la elaboración del vino y del aceite de oliva, llegando a
tener en su puerto un lugar de atraque con más tradición comercial de la
mediterránea occidental.
Pase un buen rato paseando y imaginando la
vida de sus habitantes en aquella época, el lugar estaba tranquilo,
ventajas de madrugar, al cabo de unas horas seguro que parecería un
hervidero de turistas, y mas coincidiendo con el mercado que tenemos los
domingos en Alcudia, que es uno de los mas bonitos de la isla entre sus
murallas.
Proseguí mi ruta atravesando la bahía de Pollensa, y
disfrutando de nuevo del precioso tramo y mas cuando el agua esta en
completa calma, y deja que el sol refleje sus rayos sobre ella, en esta
época los tamarindos están en flor y nos escoltan con su belleza, hasta
el puerto de Pollensa..
Llego a Pollensa donde tengo previsto
visitar el Puente Romano, Éste es el antiguo puente utilizado para
cruzar el torrente de Sant Jordi, y que hoy se conoce con el nombre de
Pont Romà. Está declarado Monumento Histórico-Artístico. Posiblemente se
trate de una construcción militar de los primeros siglos de nuestra
era, Los puentes históricos son realizaciones de la ingeniería civil por
las que se siente un gran interés, en ocasiones por su monumentalidad,
por su propia belleza y la de su entorno, por su carácter histórico o
simbólico, y por el acierto constructivo. Durante muchos siglos los
caminantes no sólo pagaban los peajes sino que al final de sus vidas
legaban a la fábrica del puente todo tipo de bienes, ya que tenía su
propia personalidad jurídica. Estos pagos servían para asegurar el
mantenimiento de la obra y su reparo.
De nuevo disfrute un rato del
lugar, imaginando de nuevo el trasiego de los habitantes del lugar en
esos siglos, por su estrechez, esta claro que estaba destinado para
atravesar el torrente simplemente a pie, en algún lugar cercano debía
haber otro puente o un lugar donde poder vadear con carretas. .
De
Vuelta me decidí por bajar hacia la Cala San Vicente, donde me habían
comentado que desde allí había un camino de tierra que te llevaba entre
las montañas hasta Puerto Pollensa, durante la búsqueda del camino,
descubrí un bonito rincón, Cala Carbo, una pequeña cala, rodeada de
embarcaderos y donde en verano seguro que es precioso el pegarse un
chapuzón y disfrutar del majestuoso color de sus aguas.
Probé por
varios caminos, pero no conseguí encontrar ninguno que atravesase hasta
la bahía, el que mas se acercaba terminaba con unas preciosas vistas de
ella, pero solo era posible continuar a pie. Vuelta de nuevo por el
mismo camino, disfrutando de la ruta, sin prisas hasta llegar a casa.
Rincones de Mallorca
Rafa Molta Moto
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