PINGUINOS
“LA MISMA ESENCIA”
Porque
a Pingüinos. No había esta allí desde 1998 y me apetecía volver, quería saber
si la esencia de la concentración seguía viva, después de haber experimentado
un aumento de participantes tan enorme, y además me apetecía visitar a mi amigo
Fernando Retor,y su familia, que residen en Valladolid, que por cierto no pude
tener mejores anfitriones para mi visita, aprovecho para darles las gracias por
su amabilidad..
Todo
sigue igual, las fogatas, la amabilidad de sus participantes, su disposición
para invitarte solo acercándote a una de las fogatas y entablar conversación
con alguno de ellos, una organización impecable y como no el espíritu motero.
El
carácter solidario de la concentración sigue en pie. La iniciativa “Solidarios
hasta la medula” divulgando y concienciando a la gente la necesidad de captar
donantes de medula ósea, y la “Operación Kilo”, colaborando con bancos de
alimentos para tratar de ayudar a los mas desfavorecidos, nos hace sentir
orgullosos del colectivo motero, así como de su calidad humana.
Lo
importante es llegar, por frió que sea el año, y compartir batallitas con los
amigos y conocidos, vienen de todas partes de España y resto de Europa, algunos
van todos los años, otros es su única concentración anual, o es su primera vez,
lo importante es estar allí, como una peregrinación del motorista, al menos una
vez en la vida.
Me
encontré con grandes amigos y conocí algunas personas sorprendentes, como Chus
de Santander que se traga miles de Km. con una custom radical y se movía por
pingüinos en manga corta,su amigo Marcos, a Antonio Maeso, único participante
español en el TT de la isla de Man y que se busca la vida como puede, siempre
con una sonrisa en la boca para poder llevar a cabo su meta, correr la
mítica carrera cada año,este año se le entrego uno de los galardones de Pingüino
de Honor.
Disfrute
muchísimo con la ruta hasta Valladolid, rodeado por miles de motos que inundan
la ciudad, sin ver ni un solo mal comportamiento, como si ninguno de los
participantes quisiera enturbiar tan bonito desfile. Me sentí alagado al notar
el amor que nos hacían llegar, con sus saludos, gritos y aplausos los
habitantes de la ciudad y me conmovió ver sonreír a multitud de niños y
ancianos, que al borde de la calle disfrutaban tanto como nosotros de tan
bonitos momentos.
La
zona de acampada es ideal, un pinar precioso junto al Duero, el ambiente por
las noches con las fogatas encendidas y el humo que ellas provocan en mágico,
la gente va de aquí para allá, un rato en alguna carpa de las que hay en
las que te da la impresión de que estar metido en una discoteca, un rato
escuchando el concierto que hay en la plaza principal o dando un garbeo por los
múltiples chirigüitos de venta de productos varios para el motorista, guantes, gorros,
cascos, chaquetas,… o disfrutando de las zona de comida donde puedes elegir si
comes un impresionante bocata de cerdo asado o unos garbanzos con callos,
alubias, caldo caliente, chorizos , morcillas ………, todo esto te hace disfrutar
de unos momentos irrepetibles y de gran belleza.
La
ruta de vuelta hasta Valencia no dejo de sorprenderme, la sierra de Guadarrama
con una nevada impresionante con la cual no contaba, una parada para comer en
Almarcha, disfrutando de unas magnificas gachas y todas las gasolineras hasta
Valencia llenas de moteros, me hizo disfrutar hasta el ultimo momento de tan
magnifico fin de semana.
Que
nadie lo dude ni un momento, hay que ir, y traerse las pegatinas y el Pin.
Pingüinos os espera al menos una vez en la vida, y como veis hay cosas que no
cambian con los años, si no que mejoran.
Rafa
Molta Moto.
Rafamoltamoto.blogspot.com
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